Ser educadora es de las mejores sensaciones, pues nos encanta ver crecer a nuestros alumnos en muchos aspectos, pero es una realidad que en nuestro salón de clases existe de todo, desde el pequeño que llora todo el día hasta el que tiene que estar a tu lado todo el tiempo para que él no explote la escuela.
En estos tiempos existen múltiples estudios, estrategias y actividades para ayudar a nuestros pequeños a tener más confianza al entrar al aula o ser más tranquilos en cuanto a su comportamiento, y todo nos ha salido bien, pero de vez en cuando existen esos papás que se sienten en desconfianza con tu trabajo.
Estas actitudes que toman las madres de familia pueden ocurrir por diferentes razones, tal vez es su primer hijo, tuvieron una mala experiencia con una educadora, su carácter, etc.
Lo que sí tenemos claro es que la comunicación asertiva entre madres de familia y educadoras es vital para el buen desarrollo de nuestros pequeños, pero cómo lidiar con estos momentos, lee atentamente y sigue estos consejos que Mi libro Mágico tiene para ti.
- Modales: Siempre les recordamos las palabras mágicas a nuestros peques, pero a veces a nosotras se nos olvida decirlas, al momento de saludar, despedirse y dirigirse a las madres de familia con cordialidad dejará a las madres de familia con una asertiva percepción de ti como docente.
- Preséntate: Además de utilizar tus modales, al principio del ciclo escolar o cuando tengas un pequeño nuevo en el aula preséntate con los padres de familia, puedes comentar tus estudios, años de experiencia y la visión que tienes con tus pequeños, esto les dará confianza de trabajar contigo y que su peque estará en buenas manos.
- Noticias buenas versus malas: No podemos evitar que de vez en cuando los niños se porten mal, por eso al momento de dar una mala noticia al final del día primero inicia con las buenas noticias, y continúa con las malas noticias indicando cómo lo resolvieron tú y tu peque.
- Motívalos a decir la verdad: No podemos cubrir los malos comportamientos de los niños en la escuela, pues en vez de ayudarlos los perjudicamos, pero tampoco es agradable dar tanta queja de ellos, por eso motiva a tus pequeños a decir la verdad de sus acciones y enseña la importancia de las consecuencias.
- Realiza una junta: Si crees que la comunicación no es la mejor con los padres de familia, agenda una cita para hablarlo, puedes apoyarte de tus directivos o coordinadores para llevar una junta objetiva, tal vez solo existen malos entendidos que se pueden solucionar con una buena conversación.