Como educadoras y madres de familia, nuestro principal objetivo es cubrir todas las necesidades que nuestros pequeños van adquiriendo conforme crecen y se desarrollan, pero cómo priorizar estas necesidades sin dañar los límites que tenemos con ellos. La clave está en utilizar cómo guía la pirámide de Maslow de una manera simple y aplicada en los niños.
Como primera parte, Maslow fue un psicólogo estadounidense conocido como uno de los fundadores y principales exponentes de la psicología humanista. El desarrollo teórico más conocido de Maslow es la pirámide de las necesidades, modelo que plantea una jerarquía de las necesidades humanas clasificadas en:
- Fisiológicas: Alimentación, salud, respiración, descanso.
- Seguridad: Seguridad, protección, vivienda, empleo.
- Sociales: Asociación, afecto, aceptación, intimidad sexual.
- Reconocimiento: Estima, confianza, respeto, éxito.
- Autor realización: Desarrollo potencial.
Con base a estas 5 categorías que Maslow refiere, podemos priorizar las necesidades de nuestros pequeños para un desarrollo sano. Tomando en cuenta las necesidades de cada etapa.
Necesidades fisiológicas: La prioridad siempre debe ser garantizar una buena salud, física y psicológica. No solo responder a una buena alimentación, descanso e higiene general de los niños, sino también, prevenir enfermedades, tener control pediátrico y mantener tranquilidad en el hogar, esto incluye la eliminación de estrés.
Necesidades de seguridad: Crear un vínculo y ofrecerles seguridad y afecto, sería la segunda fase de necesidades básicas para los niños. En esta segunda etapa incluye brindar a nuestros peques cariño, amor y protección, recuerda que no hay nada que asuste más a un niño que el abandono, la soledad y la inseguridad. En esta segunda capa se encuentran también los valores, los límites y las normas. Los valores, los límites y las normas, aportan seguridad emocional a los niños, una guía, un camino que les dirige de forma segura en una dirección.
Necesidad de amor y pertenencia: Refiere a las necesidades afectivas, familiares y sociales, para poder trascender esta necesidad deben asistir a la escuela y salir de paseo con su familia para que socialice y se relacione con las demás personas. En estas edades siempre está el adulto como mediador y guía, ya que en determinados casos hay niños que se les dificulta entablar relaciones con sus pares o personas de su entorno.
Necesidad de autoestima: Es importante ayudar a nuestro hijo a potenciar la autoestima y la confianza en sí mismo para que pueda llegar por fin a la cúspide de la pirámide. Nuestros peques pueden ser guiados por personas que les brinden seguridad en todos los aspectos, para que ellos logren realizar actividades de manera independiente, para que ganen confianza, libertad y se sientan tranquilos, felices y se fortalezca la autonomía, para que luego logren tomar decisiones por sí mismos.
Necesidad de autor realización: Una vez atendidas todas las necesidades básicas está el gran objetivo, que no es otro que sus grandes sueños, sin dejar de mencionar que aún dependen de nosotros. Planteado de este modo se puede concluir que nuestros pequeños no lograrían la autorrealización, porque al depender de otras personas no estaría cumpliendo con las cualidades de una persona autor realizada, lo que sí pueden obtener es una educación basada en buenos principios e independencia emocional, para que en un futuro puedan llegar al quinto nivel de la pirámide propuesta por Abraham Maslow.
Alcanzar nuestros objetivos será difícil si no nos sentimos completamente realizados, con falta de seguridad, cariño, problemas de salud o no nos aceptamos a nosotros mismos. Ayuda a tu hijo a autorrealizarse de la mejor forma posible, respetando siempre sus necesidades básicas, no solo para un completo desarrollo, sino también, para reforzar el vínculo creado entre tú y tu peque.