Hay ocasiones en las que nuestros hijos no pueden lograr conciliar el sueño. Y ¿qué hacer en estos casos? Primeramente, observar las posibles razones del porqué pasa esto, ya que los pequeños son sensibles a cualquier cambio, como el entrar a la escuela, la llegada de un hermanito o el cambio de hogar.
Si tu hijo no puede dormir y no es un problema que tenga, frecuentemente hay que identificar que no sea por alguna enfermedad recurrente, que no tenga síntomas fáciles de mirar, como dolor en los dientes, cólicos o inicios de gripa y tos.
Después de descartar estas posibles razones, es momento de poner en práctica estos consejos que Mi Libro Mágico trae para ti.
– Espera como mínimo 2 horas para acostarlo después de cenar.
– Intenta no tener juegos de movimiento corporal con ellos en la noche, escoge jugar a armar rompecabezas u otro juego de mesa para que no se agiten tanto.
– Tener el menor número de luces encendidas ayudará a que asocie mejor la noche con el sueño.
- No caer en su juego es muy importante para lograr que se duerman, ya que por lo general nos engañan con necesidades que creen tener, como hambre, sed o incluso llegar a hacer un berrinche.
- Tener una rutina de sueño también es importante, si tu prefieres que duerma a las 8:00 de la noche, inténtalo a esa misma hora todos los días, incluso los fines de semana.
- Dejar que los niños duerman en la cama de los papás o de los hermanos puede hacerse un hábito difícil de romper.
- La música relajante es un buen elemento para que logren conciliar el sueño sin problema.
-El “apapacho” de los papás, como el beso de las buenas noches, es una herramienta funcional siempre y cuando no dure demasiado tiempo, es decir, tardar más de media hora en el cuarto de los hijos sin lograr que se duerma puede llegar a ser un arma de doble filo, ya que los pequeños se acostumbran a tener la presencia de los padres y no a conciliar el sueño por ellos mismos.
De igual manera, es recomendable no utilizar la cama o el cuarto como castigo para los niños, porque la cama y el momento de ir a dormir debe ser un momento placentero y de relajación para los niños y las madres y padres de familia.