Antiguamente, antes de tener el árbol de navidad tradicional, los antiguos germanos adoraban las ramas de un árbol de encino gigantesco llamado, “divino Idrasil” o “Dios Odín” y en el cambio del solsticio de invierno le brindaban un culto especial, adornándolo con velas antorchas representativas del sol y las estrellas.
Aproximadamente en el año 740 a.C. San Bonifacio (evangelizador de Alemania e Inglaterra), derribó ese árbol sustituyéndolo por un pino como señal de amor eterno de Dios. El árbol fue decorado con velas que simbolizaban la luz del mundo, con manzanas que representan las tentaciones de Adán y Eva.
En 1605, en Alemania, se vio el primer árbol navideño con la decoración que ahora todos conocemos, y se ambientó para dar un sentido cálido a las festividades navideñas. En la edad media se expandió por todo el viejo mundo y después de la conquista llegó a América.
ELEMENTOS Y DECORACIÓN
Estrellas: Es habitual ponerla en la punta, esta representa la fe que guía nuestra vida.
Luces y guirnaldas: En sustitución de las velas y su función es la de iluminar nuestro camino a la fe.
Esferas: Sustituyen las manzanas, representaban la abundancia y el retorno de los espíritus de la Naturaleza y la fecundidad de la Tierra.
Cintas y moños: Simbolizan la unión familiar y la presencia de nuestras personas queridas alrededor de todos estos dones.
Angelitos: Son los mensajeros entre nosotros y el cielo, y son los encargados de protegernos.
COLORES DE LA DECORACIÓN
Plateado: Agradecimiento
Azul: Arrepentimiento
Dorado: Alabanza
Rojo: Petición
Ahora ya sabemos un poco más de esta bella tradición, disfruta poniendo en árbol de navidad en compañía de los que más quieres.